viernes, 23 de marzo de 2012


El Distrito de Aguablanca... Ese lejano sitio que no queda lejos.


Historia
La ciudad de Cali es una urbe socio-espacialmente fragmentada, en la que coexisten espacios diferenciados, antagónicos y contrastantes que muestran claramente las profundas inequidades e injusticias del sistema económico y social.
Uno  de los barrios más representativos de esta inequidad y necesidad de un espacio donde vivir es el Distrito de Agua blanca, ubicado al oriente de la ciudad de Cali en el Valle del Cauca, el cual está compuesto por las comunas 13, 14 y 15( las cuales contienen  entre 39 barrios y 50 barrios )y fue fundado en 1972 con la presencia de algunos barrios que en su mayoría nacieron de invasiones y apropiaciones ilegales de inmigrantes que llegaron desde el campo y desde la costa Pacífica colombiana. En cuanto a su población, se predica que el 67 % proviene de otros departamentos (Choco, de Cauca y Nariño y otras ciudades del Valle) y su 33% restante de personas que vivían en otros barrios  y de movimientos intraurbanos. En cuanto a los problemas que se desarrollan en este distrito, encontramos la falta de servicios públicos para toda su población,  la imposibilidad de habitar las zonas que el plan de ordenamiento territorial había dispuesto a causa de migrantes no esperados  y por ende la ocupación de espacios no aptos para vivir dificultando la integración y comunicación con el resto de los habitantes de Cali. A estos problemas, se suma la falta de oportunidades de desarrollo, la falta de crecimiento económico y posibilidades de acceso a la educación en esta zona excluida de Cali.
En la actualidad  Aguablanca cuenta con 482.705 habitantes (Cali en cifras, 2011) constituyendo una cuarta parte de la población total de la ciudad de Cali, población que sigue en crecimiento ya que al Distrito siguen llegando cada año miles de inmigrantes y desplazados por la violencia en busca de un mejor porvenir.
Densidad Poblacional
“El distrito de Agua Blanca alberga una población diversa, cuyas prácticas y costumbres culturales conviven y se retroalimentan, dando paso al surgimiento a nuevas formas de vínculos entre seres humanos. Los sectores deprimidos y excluidos como los que conforman el distrito de Agua Blanca, de alguna manera imitan los pobladores rurales que fueron transportados a los rincones de la gran ciudad por los inmigrantes, quienes tratan de subsistir la gran mayoría de la economía informal o llamada el rebusque.”  (Tovar, 2004. P. 143)
  
El distrito de Aguablanca, ese místico fragmento de la ciudad que muchos nos atrevemos a mencionar en nuestra conversación diaria, pero que nunca hemos osado visitar, es un sitio lleno de historias, de personajes, de contrastes, que seguramente nunca terminaría de asombrarnos. La creencia popular es que el distrito de Aguablanca es tal vez el lugar más peligroso de la ciudad, donde, según muchos, la violencia es un plato que se sirve puntual todos los días sin excepción. Y es posible que la violencia esté muy presente, pero está presente también en el resto de la ciudad y eso es algo que olvidamos cuando hablamos de Aguablanca, un sector de la ciudad que no goza de los mismos privilegios que los demás, un lugar al que miles de personas que lo perdieron todo un día, hoy llaman hogar.  



Aguablanca, un distrito  está ubicado al oriente de nuestra ciudad, Santiago de Cali en el Valle del Cauca, fue fundado en 1972 a partir de varias invasiones y apropiaciones ilegales de terrenos. Lo componen 50 barrios cuya uniformidad en términos demográficos, los podría encasillar como un solo barrio. Estos barrios se encuentran actualmente distribuidos en las comunas 13, 14, 15 y 21. Cada una de estas comunas tiene más de diez barrios, pero la más grande y densamente poblada es la comuna 13, conformada por 23 barrios como Charco Azul, el Poblado I y II, el Diamante, Comuneros I y II, Marroquín III, Villa del lago, El Pondaje, Ulpiano Lloreda, Calipso, entre muchos otros barrios, cuyas diferencias únicamente conocen sus habitantes, pues para el ojo del ciudadano “pudiente”, todos estos barrios son “igualitos”.

Si decidimos observar el distrito de Aguablanca, desde el punto de vista del ordenamiento territorial, nos daríamos cuenta de la masiva invasión de terrenos y de urbanizaciones pirata en la que viven sus habitantes. Las causas de este desorden territorial no son más que la inmensa migración de habitantes, que desde 1979 empezó a ocupar estas tierras. Miles de habitantes de la costa pacífica emigran hacia Cali después del tsunami en 1979 que deja a miles de personas sin hogar y también debido al agotamiento del suelo urbano que hizo que la ciudad se expandiera hacia los suelos inundables cercanos al rio Cauca. (Bernal, 2011. P.34)

Estas tierras del oriente de la ciudad eran perfectas para los inmigrantes de bajos recursos que querían establecerse en Cali, pues el precio de los lotes era bajísimo comparado con otras áreas de la ciudad. Los lotes medían 7 mts. de ancho x 15 mts. de fondo y se negociaban a un costo de 15.000 pesos con una cuota inicial de 7.500 y un plazo de 10 meses para pagar la deuda restante. (Mosquera citado por Zaidens y Castillo, 2011)

El crecimiento demográfico siguió aumentando a una velocidad difícil de calcular, haciendo que en la actualidad, el distrito de Aguablanca cuente con 482.705 (Cali en cifras, 2011), un cuarto de la populación total de la ciudad de Cali. Esta explosión demográfica pronto podría empezar a cobrar un mayor protagonismo del que tiene ahora, pues a Aguablanca llegan todos los días, inmigrantes desplazados provenientes de todas partes de la región. El problema radica en la complicada situación de desarrollo urbanístico de este distrito, pues la cantidad de invasiones y apropiaciones ilegales de terreno, han provocado que la condición de las viviendas no sea la más óptima, y que el acceso a servicios públicos este muy limitado.
Los inmigrantes se están estableciendo en lugares donde el plan de ordenamiento territorial, no ha intervenido con redes de acueducto o alcantarillado, por lo tanto las condiciones de vida en algunos casos son infrahumanas.  

“Algunos barrios del distrito de Aguablanca no cuentan con servicios públicos que permitan cubrir a toda la población. Además de esto, el aumento de la llegada de grupos migrantes generó la imposibilidad de habitar las zonas que el plan de ordenamiento territorial había dispuesto para estas personas. Por tal razón, el asunto del asentamiento se convirtió en una condición para que muchas personas se vieran en la necesidad de asentarse en espacios no aptos para vivir, esta situación generó incompatibilidades a la hora de posibilitar vías y escenarios para la integración  y comunicación con los habitantes del resto de la sociedad establecida de Cali. Como consecuencia, los habitantes se vieron en la necesidad de buscar la manera de generar sus propios espacios que con el tiempo posibilitarían procesos de integración y comunicación con toda la sociedad. A este problema se suma la falta de oportunidades de desarrollo, la falta de crecimiento económico y posibilidades de acceso a la educación.” (Gutiérrez Collazos, 2011. P.44)  

Problemas Sociales

En la comuna 15 en el distrito de agua blanca, se evidencian ciertos problemas sociales, uno de los más conocidos es la violencia, qué, según la tesis de grado “Resolvetas” de las autoras Pabón y Quintero expuesta  en el año 2011, la muestran como un conflicto de víctima y victimario, que se abstiene de incluir a toda la comunidad, convirtiéndolo en un problema meramente individual alejado de las repercusiones en el ámbito social. (57)

Se dice que es un hecho de trascendencia comunal dado que la violencia es un acto colectivo, el cual es realizado principalmente por adolescentes que se encuentran influenciados por el medio social circuncidante, ya que al crecer en un ambiente violento estas acciones son interiorizadas y posteriormente aplicadas a las redes de relación e interacción generando un ambiente de recepción violento cíclico. (57 – 58)

El sector de agua blanca, presenta una tasa de homicidio alta de 140 homicidios por cada cien mil habitantes, superando significativamente la tasa de mortalidad por asesinatos nacionales. Por consiguiente la violencia es un factor presente en la convivencia del sector (Pabón y Quintero, 2011, p. 61). Los principales protagonistas de los actos violentos son bandas juveniles, milicias, grupos de limpieza social, expendedores de droga y sicarios. (Pabón y Quintero, 2011, p. 62).



Otro problema social que es evidente, es la pobreza, ya que el sector de agua blanca se encuentra compuesto por personas de estratos 1, 2 y 3, que suponen unas condiciones de vida bastantes precarias, también el desempleo es un factor importante, porque la mayoría de sus habitantes se desempeñan en trabajos informales y la deserción escolar es significativamente alta. (Pabón y Quintero, 2011, p. 61) A demás, la expectativa de vida se reduce y los jóvenes inician la vida adulta de manera temprana, iniciándose en trabajos informales y aumentando así dicha deserción (63).

En consecuencia, otra contingencia social del distrito recae en la falta de comunicación, debido a que los conflictos generalmente no son solventados por medio del diálogo ni la conciliación, porque han interiorizado en su proceso de desarrollo que la violencia es el medio de resolución por excelencia (Pabón y Quintero, 2011, p. 63).
El abandono del estado entra en juego también, el cual se trata de subsanar por medio de organizaciones comunales no gubernamentales, prestando servicios a la comunidad. (Pabón y Quintero, 2011, p. 63).

Dinámicas Políticas

En el distrito de Agua Blanca en la comuna 15, se ha evidenciado una ausencia del estado notoria, por tanto como se ha mencionado antes, se crearon organizaciones comunitarias para poder completar o sustituir la acción estatal,  un ejemplo es el trabajo de Pabón y Quintero, donde por medio de actividades lúdicas, logran crear una comunicación sana en un grupo de personas de la comuna, conduciendo a una comunicación de resolución de conflictos pacífica en pro de la justicia restaurativa en niños entre ocho y doce años, donde se ha detectado el mayor flujo de influencia violenta (p. 120).

Definitivamente uno de los mayores problemas del distrito de Aguablanca, es que todos los espacios que alguna vez fueron pensados para ser convertidos en zonas de integración, de recreación y cultura, hoy en día están siendo ocupados por invasiones y apropiaciones ilegales de terreno. Para fortuna de muchos habitantes del distrito, existen varias agrupaciones de personas que han creado sus propios espacios lúdicos de integración, de recreación y de deporte para que todos los interesados, cuenten con espacios para desenvolverse en el ámbito artístico, deportivo o recreacional.

En cuanto al plan de ordenamiento territorial, existen en la actualidad diversos planes de urbanización, para darle una mejor cara al distrito y procurar mejores condiciones de vida para todos los que las necesitan. 

El estado es consciente de las condiciones de vida que existen en el distrito, y se ha encargado, a nivel local, trabajando conjuntamente con la oficina de mejoras públicas, en un plan a largo plazo cuyo principal objetivo es darle una nueva cara al distrito de Aguablanca. 



Bibliografía

·         Gutiérrez, E. (2011), “Caracterización de la Dinámica de difusión de contenidos audiovisuales propuesto por el colectivo cine pal barrio en el Barrio Mojica II del Distrito de Aguablanca”  Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia.

·         Tovar, P. (s.f.) “Estudio del comportamiento violento de los jóvenes de 15 a 22 años migrantes afrocolombianos de la costa caucana, actualmente residentes en los barrios Marroquín I y II y Manuela Beltrán del Distrito de Aguablanca”, Departamento de Antropología, facultad de Ciencias humanas y Sociales de la Universidad del Cauca.

·         Bernal, S. ( 2011) “Jóvenes con actitud y talento”, Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia

·         Pabón y Quintero (2011) “Resolvetas. Aprendiendo sobre la justicia restaurativa ” Facultad de humanidades y ciencias sociales, carrera de comunicación, pontificia universidad javeriana.

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